Adaptándose a la situación

En ocasiones, es difícil adaptarse a algunos cambios.

Cambios en
la rutina

A medida que avanza la enfermedad también lo harán los diferentes síntomas, provocando una mayor dependencia en el paciente. La rutina se verá afectada al tener que adaptarse a las nuevas responsabilidades derivadas del avance de la enfermedad. Aceptar estos cambios y el trabajo extra que supone puede ser complicado, pero es clave para avanzar y desarrollar nuevas rutinas que os ayuden en el futuro.

Los cambios de tratamiento

Es común que el tratamiento del paciente de párkinson se modifique a medida que su enfermedad avanza. Por tanto, la función del cuidador adquiere mayor importancia a la hora de ayudar a tomar decisiones sobre la adaptación a los nuevos tratamientos y dosis, o aprender sobre cómo funciona la enfermedad, cómo manejarla y entender las diferentes posibilidades terapéuticas. 

Integrar la administración del tratamiento en la rutina diaria es clave para un buen control de la enfermedad. 

Cambios en
la relación

El avance de la enfermedad de Parkinson puede afectar a la relación con tu ser querido y, a veces, provocar una sensación de distanciamiento entre ambos. Observar estos cambios puede ser molesto, y aunque no existe una manera correcta o incorrecta de afrontarlos, hablarlo abiertamente juntos es un buen punto de partida para superarlos.


Te recomendamos que saques el máximo partido de cada día y que disfrutes del tiempo libre que compartís haciendo actividades juntos.

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